El viaje de París a Barcelona tuvo un comienzo muy accidentado. Debido a las dimensiones de las cajas donde transportamos nuestra producción, le pedimos ayuda a Alain Lecucq para encontrar la mejor manera de transportarnos para no pagar una fortuna de exceso de equipaje y volumen. Al final, viajar en tren resultó ser la mejor opción, ya que le aseguraron que no habría problema para que acomodáramos nuestras cosas. Aquí es donde las cosas son iguales en México y Europa: ¡NO ERA CIERTO!
Tan sólo vernos, los encargados de la línea del tren nos dijeron que si la caja más grande no cabía en la cabina donde viajaríamos, pues sencillamente no podíamos llevarla con nosotros. Hicimos el intento de meterla, pero era evidente que no pasaría. Por supuesto, esto pasaba a muy pocos minutos de que saliera el tren.
Hay ángeles en el mundo, eso ni dudarlo. Una de las asistentes se apiadó de nosotros y buscó hasta encontrar un sitio donde nuestra caja no estorbara tanto. Después nos enteramos que eso provocó dos grandes discusiones con el maquinista, mismo que quería bajarnos del tren. Afortunadamente, todo se arregló a tiempo y pudimos viajar con calma. Afortunadamente, Mercedes y Ernesto compraron vino, jamón serrano, queso, pan y postres para el viaje, así que la celebración fue muy sincera.
!Triunfamos!
Ya acomodados en nuestra cabina, con el alma descansada y felices de comenzar otra etapa en nuestro viaje.
Se puede ver que no teníamos mucho espacio, pero creo que fue una de las cenas más divertidas que tuvimos durante la gira.
Todo mi cariño para ustedes, compañeros.
Esta foto la tomé al llegar al teatro. Eran las 9 am y ya hacía calor.
De izquierda a derecha: Mercedes Gómez Benet, Eugenio Navarro, Mauricio Martínez y Ernesto Anaya. En la de abajo, también Alejandro Benítez
Aquí estamos en plena junta para afinar detalles de horarios y esperando a una periodista que nos entrevistaría ese día.
Fotos tomadas en el bar de Marc, que se convirtió en el favorito de Mauricio y mío
¡Libertad!
Mauricio, en profundas reflexiones y esperando su bocadillo de lomo con queso. Al fondo, Marc (de espaldas) y, más al fondo aún, el maestro Bob Marley, también sumido en profundas reflexiones
Néstor Navarro, hijo de Eugenio y jefe de Sala del teatro La Puntual.
Preparándonos para la función del segundo día
Entrada publicada por Alejandro Benítez
Director de Facto Teatro
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